España resurgiendo de la guerra contra los moros y compungida por las pérdidas del combate, se dispone a tal protocolo; alistó paa el acto tres bergantines dispuestos en el Puerto denominado Palos de Moguer; naves de madera protagonistas del itinerario algunos expertos navegantes otros poco e intrusos convictos, desplegaron velas y soltaron amarras, al tiempo que enarbolaban en la proa y en su mástil, las guirnaldas y la bandera de la Corona Española.
Mar y cielo por llegar a ultramar; expedición y cruce oceánico que soltó anclas en un nobilísimo continente, llamado por sus nativos litoral del Mar Caribe, fusionándose de alguna manera, la cultura de nuestros ancestros, con la Cultura del viejo continente; “nativos dolientes del pan coger la pesca y la caza, contra “Gente entrenada, indómita y despiadada”
En este contexto, para el año de 1541, luego de desiguales y arduas luchas, propios e independientes, pueblos indígenas muy despoblados, se dieron a la lucha de pertenencia sin resultado alguno mas que muerte y desolación, como se desprende de los cronistas españoles, Sardinella Cieza de León y Robledo, y El padre de las Casas.
En la búsqueda del famoso Dorado “sueño del Español despiadado”, la Conquista dio al traste con la presencia del Hispano en Valle Arví, que hoy ocupa el Oriente Antioqueño.
Verdes matorrales, riachuelos y manantiales, bajo un cielo azulado, senderos que solo el indio conocía, bellas estribaciones y suaves collados, donde, diminutos núcleos familiares en medio de bosques y manantiales, hacían su asiento para subsistir de los pocos cultivos de maíz, frijol, caza, pesca, y hortalizas silvestres.
Para la época disfrutaban del ameno clima “en el Valle Arvi “hoy Rionegro y sus alrededores” algunas agrupaciones denominadas, quiramas, tahamies y nutabes, grupos indígenas, que hacían intercambios comerciales de diferentes productos agrícolas, tejidos, oro, sal con otras agrupaciones cercanas , los aburraes y otras no muy cercanas hacia la costa Atlántica.
A este lugar “Valle Arví”, llegó la huella del hispano en persona del Capitán Álvaro de Mendoza, quien a órdenes de Jorge Robledo, desde el Valle de Aburra, y entrando por la laguna de Guarne; recorrió por unos 20 días nuestro territorio “Zavvana señalado así por Jorge Robledo al enviar a Álvaro de Mendoza desde el Valle de Aburra”
En el año de 1541, a su regreso de la pequeña expedición por el Altiplano, Mendoza dio parte a su superior de haber encontrado un pequeño Valle cruzado por un tranquilo rio de aguas oscuras “quien debido al follaje de los arboles en sus orillas y los macrofitos parduzcos de su fondo, quedo bautizado nuestro municipio con el nombre de: RIONEGRO.
Otra huella Hispana llego por el Sur del Oriente Antioqueño, a nuestro suelo, en 1581 de nombre Juan Daza Frías, quien recibió concesión o merced de tierras por parte del Gobernador de Popayán Sancho García de Espinar, tomando posesión el 8 de noviembre de 1581 de acuerdo a los rituales de las leyes de Indias, para sentar sus reales; clavó su espada en el piso, hizo una cruz levanto un rancho, retando a quien se opusiera al acto, designando este sitio, como Valle de San Nicolás” el Magno”; lugar que se ubica hoy en la Vereda Chachafruto y la Bodega; sitio en el que hoy que toma asiento el Aeropuerto Internacional José María Córdoba.
Por lo anterior, El Centro Académico de Historia en versión de Jesús Betancourt, aceptó como fecha de Fundación de Rionegro el año de 1581 y Juan Daza Frías como su fundador.
Desde este momento para acá el desarrollo social, ha permitido sin ningún orden jurídico poblar el Altiplano bajo el dominio Español,
Por Rodrigo Jaramillo Morales.
Vigías del Patrimonio, Historiador social e investigador.
Para el siglo XVI la historia registra la expansión Europea.
