Cerca de 12 toneladas de residuos plásticos que llegan a los embalses de EPM son aprovechados nuevamente

“Lo que el río lleva, al embalse llega”, dice el refrán y esto se evidencia en que de las 17 toneladas de residuos sólidos aprovechables que se extraen de los embalses de EPM anualmente, el 68% corresponde a plástico, con cerca de 12 toneladas.

Los embalses de Porce II, Riogrande y Miraflores son de donde se retira
la mayor cantidad de residuos plásticos. Los embalses para la generación de energía eléctrica son receptores de la problemática ambiental de sus cuencas abastecedoras. El ingreso constante de
residuos sólidos flotantes es una de las problemáticas más visibles en estos ecosistemas acuáticos, llegando a tener en uno de ellos cerca de tres hectáreas ocupadas solo con presencia de estos residuos.

En los últimos tres años (2017-2019), EPM ha gestionado cerca de 19.000 toneladas de diferentes materiales flotantes como macrofitas, madera, residuos ordinarios, aprovechables y peligrosos en los embalses en operación. Para cada tipo de residuo, EPM cuenta con un plan integral de gestión que permite darles un manejo adecuado.

Si bien la gran mayoría del plástico que llega a los embalses son botellas PET y pasta, en el espejo de agua se logran observar muchas bolsas plásticas flotantes que afectan potencialmente las plantas, animales y al ecosistema en general.

Para evitar que estos residuos lleguen finalmente al océano y disminuir los  impactos en los ecosistemas marinos, EPM ha implementado alianzas con actores estratégicos en las cuencas abastecedoras, como el convenio con Corantioquia en
2018 por más de $500 millones. Con este se realizaron talleres de aprovechamiento de residuos, fortalecimiento institucional, de consumo responsable, capacitación a grupos comunitarios de recicladores en corredores
viales de influencia de la cuenca de Riogrande y Porce y un foro regional de residuos para la región del Nordeste.

En el Oriente antioqueño, EPM ha desarrollado convenios con Cornare y los
municipios del área de influencia en actividades de fortalecimiento comunitario, dotación de recipientes, talleres de educación ambiental para el manejo integral de residuos a diferentes grupos de interés y la entrega de bolsas ecológicas, entre otras actividades, que contribuyen a disminuir el impacto sobre el recurso hídrico.

Los residuos biodegradables como el buchón y madera que también llegan a los
embalses se llevan a sitios de disposición de material vegetal autorizados fomentando procesos de revegetalización y enmienda orgánica de suelos. También se han realizado investigaciones para identificar opciones de
aprovechamiento.

Consumo responsable
EPM mantiene una dinámica permanente de consumo responsable que, entre otros propósitos, busca minimizar el consumo de plástico. Desde 2014, la Empresa tiene un convenio interadministrativo con la Cooperativa de Recicladores de Medellín (RECIMED), con el fin de gestionar los materiales reciclables generados en sus instalaciones ubicadas en el área metropolitana del Valle de Aburrá, entre
estos los desechos de materiales de plástico.

Este convenio, que tienen un enfoque social, permite que los recicladores, en su mayoría hombres y mujeres cabezas de hogar, reciban, separen, comercialicen, generen ingresos y mejoren su calidad de vida a partir de los materiales reciclables sobrantes de las actividades que diariamente se adelantan en la Empresa.

Los materiales reciclables generados en sedes de EPM que se separan y clasifican son: cartón, papel, vidrio, plástico, entre otros, los cuales se embalan, recolectan y transportan para que posteriormente RECIMED los comercialice con compañías que incorporan estos materiales como materia prima en sus procesos productivos.

En 2019 se recogieron 166 toneladas de materiales reciclables entre todas las  instalaciones de EPM en el Valle de Aburrá, que para RECIMED representaron recursos por un valor cercano a los $38 millones, de los cuales 11 toneladas correspondieron a plástico, representado el 6,63% de los residuos reciclables.

EPM se sumó desde 2017 a la campaña de la Asociación Medellín de Lucha contra el Cáncer, Medicáncer “Tapitas por la Vida”, que le permite a la entidad obtener recursos con las tapas plásticas generadas en varias sedes de EPM.
Específicamente el Edificio EPM ha aportado desde el año 2017 a la fecha 1,3 toneladas de tapas plásticas a la campaña.