Reconocimiento a Escuela de Música de Marinilla

 

Marinilla es un municipio con una reconocida e importante trayectoria musical, lo cual le ha merecido el apelativo de “Ciudad con alma musical”. Personas e instituciones han sido de gran importancia en la consolidación, desarrollo y posicionamiento del municipio, tal es el caso de la familia Arbeláez, que en 1860 inició una tradición de lutheria que se mantiene y está a cargo de la tercera generación. En 1903, don Manuel Castaño funda, con excombatientes de la guerra de los mil días, la Banda Santa Cecilia, agrupación que está integrada en la actualidad por estudiantes de los procesos del municipio. Luis Carlos García Gómez, cantante lírico y docente universitario, se dedicó durante más de 40 años a la formación y enseñanza del canto, estableciendo una técnica que en 1986 dio como resultado el libro “Ciencia y técnica del dominio de la voz”. En 1952, la Organización de Naciones Unidas, en convenio con la Universidad Nacional de Colombia, le otorga una beca para estudiar en Italia. Recibe el título con honores de «Cantante Concertista» en la Regia Academia Filarmónica di Bologna y es resaltado como primer americano en recibir dicho título.

Hoy, la Escuela que lleva su nombre se esfuerza por consolidarse cada vez más para seguir ofreciendo espacios donde niños/as, jóvenes y adultos encuentren el mejor lugar para expandir sus posibilidades, fortalecer sus capacidades y abrir oportunidades que favorezcan la autorrealización personal, pero también la creación y expansión cultural colectiva.

El proyecto ganador

La Escuela de Música y Bellas Artes “Luis Carlos García” de Marinilla se ganó un reconocimiento nacional dentro del “Plan Nacional de Música para la Convivencia, con un proyecto mediante el cual se mejorará la dotación de instrumentos musicales que le permitan ampliar su cobertura en los procesos de formación para población rural, pues aunque ya se hace presencia desde hace algunos años en algunas veredas, se pretende ampliar a otros sectores por la demanda manifiesta de las comunidades y de las instituciones educativas rurales que actualmente están marginadas de estos procesos educativos y culturales.

Con ello se procurará además promover una mayor participación de los estudiantes rurales en los espacios y eventos municipales y fortalecer los semilleros y grupos de proyección de música con mayor acompañamiento en sus procesos. En este sentido, el proyecto también tratará de concertar con las comunidades rurales y las entidades y organizaciones que hacen presencia allí, algunos espacios físicos que se puedan destinar a mantener instrumentos musicales para que estén disponibles para que los niños/as y jóvenes que deseen practicar en otros horarios diferentes a las clases, lo puedan hacer.