Las ciudades económicamente e industrialmente más competitivas trabajan arduamente para convertirse en ciudades inteligentes (Smart Cities), de manera que por medio de tecnología aplicada se mejore la calidad de vida de sus ciudadanos y su relación con el medio ambiente.
Aunado al concepto de Smart Cities se encuentra el de industrias inteligentes (Smart Factories), ya que son las actividades de las empresas las que enmarcan la mayor parte de las actividades de la urbe y por tanto las que definen la forma cómo sus recursos son usados de una manera sostenible.
De manera general puede decirse que la industria ha tenido cuatro momentos clave en su historia. El primero, llamado Industria 1.0, tuvo lugar con la mecanización de los procesos, en donde las máquinas poseían una gran potencia y poca inteligencia. El segundo o Industria 2.0 se dio con la aplicación de la electricidad a movimientos más finos y controlados dentro de las explotaciones fabriles. La Industria 3.0 fue la era de la digitalización, los computadores y los Controladores Lógicos Programables (PLC), que se conectaron por medio de redes industriales aumentando considerablemente la flexibilidad e inteligencia de los sistemas productivos.
La Industria 4.0 es la integración y organización de manera autónoma de la maquinaria, los medios productivos y la administración con el universo de datos que ofrece Internet, creando conectividad y sobre todo competitividad. En estos momentos se cuenta con una plataforma lo suficientemente completa como para conectar cada objeto o dispositivo que pueda entregar información que posteriormente se convertirá en conocimiento. Es lo que se conoce como el Internet de las cosas (IoT), que ligado a las actividades industriales permite crear productos con alta personalización por medio de sistemas productivos de inteligencia distribuida y altamente adaptables, en donde la mayoría de las decisiones se toman con base a información alojada en la nube.
Colombia no es ajena ante este fenómeno y es por eso que el MinTic lanzó el CEA IoT (Centro de Excelencia y Apropiación de Internet de las Cosas), que intenta integrar a entidades internacionales, empresas, universidades y al estado colombiano y cuyos recursos financieros se han invertido principalmente en la formación de estudiantes de maestría y doctorado que apliquen conceptos de IoT en áreas como la logística, la salud, gobierno, medio ambiente e industria, entre otros.
Y son precisamente los ciudadanos quienes deberán capacitarse para ajustarse a los cambios del entorno laboral y las Universidades e Instituciones de Educación Superior quienes deban acoplar sus currículos a estas nuevas tendencias.
La Universidad Católica de Oriente como Alma Mater del Oriente Antioqueño, que es una región altamente cambiante y creciente, ha gestionado diversos proyectos de investigación y propuestas curriculares en este campo desafiante e innovador, buscando impactar en las comunidades con el conocimiento en tecnología que pueda ser aplicado al entorno productivo.
