El cuidado de los abuelos en casa

 

 

Cuando nos hacemos mayores, nuestros sentidos disminuyen, nos volvemos más torpes y somos más propensos a caídas, por lo cual es básico que cuando hay ancianos en la casa, debemos adaptarla para evitar accidentes. Para empezar, hay que intentar que la persona mayor no se encuentre con obstáculos y que el espacio por el que se mueve esté bien iluminado.

Sin duda, la parte más peligrosa para ellos es el baño, el cual debe acondicionarse para que el adulto no sufra accidentes, con algunos arreglos como: Instalar una barra en la ducha a la altura de la cintura para que pueda sostenerse; coloca adhesivos antideslizantes en el suelo de la ducha para que no se resbale; coloca un dispensador de pared con jabón líquido, pues si utiliza jabón de barra podría caérsele de las manos y eso lo obligaría a agacharse; coloca una alfombra antideslizantes para salir de la ducha; coloca barras al lado del sanitario para facilitarle sentarse y levantarse.

En general, asegúrate de que en los espacios por donde se mueve el anciano no haya alfombras, cables, muebles rotos o que no sean estables, que puedan suponer un peligro para la seguridad del mayor. Así se sentirán más independientes y seguros y, por lo tanto, más felices.

Y si tienes en la casa a un abuelo con un mal despertar, asegúrate de regular la luz del cuarto de manera que cuando vaya a acostarse sea suave. Está demostrado que una luz tenue en la habitación favorece el descanso del adulto.