18% del territorio de Cornare son Áreas Protegidas

 

Después de Brasil, Colombia es el segundo país en el mundo con más diversidad en animales y plantas. Es por ello que las autoridades ambientales junto con las instituciones locales y las comunidades, se han dado a la tarea de declarar áreas protegidas nacionales, regionales y locales, con el fin de impedir la destrucción y desaparición de los recursos naturales que en ellas se encuentran.

Hasta ahora, en Colombia se ha declarado como áreas protegidas aproximadamente el 23 por ciento de todo el país, incluido lo terrestre y lo marítimo, según el Registro Único Nacional de Áreas Protegidas, (Runap), en el territorio antioqueño existen 57 de estas zonas que representan un 10 por ciento del departamento, es decir 640.439 hectáreas, dentro de las cuales hay parques naturales, reservas forestales, páramos, embalses y distritos de manejo integrado en los que se combinan la protección con actividades humanas.

De las 640.439 hectáreas de áreas protegidas con que se cuenta en Antioquia, 146 mil hacen parte de la jurisdicción Cornare, puesto que la Corporación, junto a las instituciones locales y las organizaciones comunitarias, ya ha definido un 18 por ciento del territorio como áreas protegidas y se tiene planificado en el 2018 llegar al 25%.

“En los últimos años en la región Cornare, hemos avanzado en la definición de áreas protegidas, un proceso que se viene haciendo a nivel mundial por la necesidad de conservación de lugares que son los últimos relictos de bosques, porque allí está el agua que requerimos, o lo necesitamos para mitigar el cambio climático”, precisó María Berrío, jefe del grupo Bosques y Biodiversidad de Cornare.

Y es que cuando se camina por cualquiera de las áreas protegidas se entiende de la urgencia de velar por la protección de esas zonas aún ricas en biodiversidad e incluso casi inexploradas que existen en la jurisdicción Cornare. Una de ellas es la reserva protectora del Nare, donde se encuentra la reserva ecológica San Sebastián-La Castellana, un lugar privilegiado donde la flora y la fauna conviven en perfecto equilibrio.