Una guerra política que fragmentó a dos ciudades hermanas. Sin embargo, con el paso del tiempo, regresó la unión y la confraternidad que desde tiempos coloniales caracterizó a estas poblaciones que son pilares del desarrollo histórico y cultural del Departamento.
Tras la victoria de los Liberales contra los Conservadores en Santa Bárbara de Cartago el 18 de septiembre de 1862, se vuelcan los poderes hacia el bando rojo. El general Tomás Cipriano de Mosquera, procede a suprimir lo que en ese entonces era el Departamento de Oriente, cuya capital era la ciudad de Marinilla, y se anexa ésta al Departamento de Rionegro, perdiendo así la hegemonía conservadora su poder político y territorial en la región. Se suprimen igualmente todos los municipios conservadores, anexándolos a los dos únicos municipios que quedaron, Rionegro y El Peñol. Otro hecho que se desencadenó fue la persecución a la iglesia y a su clero, quienes, por simpatizar con las ideologías conservadoras, tuvieron que irse a esconder monte adentro a riesgo de ser aprisionados o asesinados .
Con el poder en manos de las fuerzas Liberales en cabeza del General Mosquera, se procede entonces a convocar una Convención que tendría como resultado la Constitución de Rionegro, creadora de los Estados Unidos de Colombia, y caracterizada por ser la Carta Magna con más libertades que se ha creado en la historia del país, siendo ésta la que influenció posteriormente a la Constitución de 1991. Se escogió a Rionegro por ser cuna del liberalismo, además, por apartarse de las distracciones políticas y militares que podría ofrecer Bogotá u otras ciudades principales de la Nación. Pasada la Constitución y la nueva estructura política de Colombia, el Presidente del Estado Soberano de Antioquia, el Ríonegrero Pascual Bravo Echeverri, queda encargado de estar al tanto de los movimientos que pudieran realizar los conservadores al interior del Departamento. Comienza a sospechar de las intenciones que tenían de levantar una revolución en contra de su gobierno. El general Cosme Marulanda, José María Gutiérrez, Joaquín María Córdova, Pedro Justo Berrio y el poeta Gregorio Gutiérrez González, quienes se encontraban en diferentes latitudes de Antioquia y pretendían tomar el poder sitiando los municipios en los que se encontraban.
Así pues, sucedió lo que se esperaba. Poco apoyo recibió el Presidente Bravo por parte del Gobierno del Presidente liberal Manuel Murillo Toro, quien no prestó mucha atención en lo acontecido. Mucho más infortunio aun para Pascual Bravo, al no haber podido recibir apoyo del General Mosquera, el cual se encontraba en Popayán preparando y atendiendo una batalla contra el Ecuador. Con más suerte corrieron las fuerzas Conservadoras de Marinilla, las que obtuvieron el apoyo de las demás fuerzas militares que venían triunfantes de Abejorral, Sonsón y Santa Rosa de Osos.
Fue así como llegó el trascendental 4 de enero de 1864. Pascual Bravo arribaba de Medellín a su natal Rionegro, y tras varias persecuciones en los alrededores de la capital y demás municipios, se preparaba para enlistar sus filas en la Plaza e ir en búsqueda de las fuerzas conservadoras del oriente, que se encontraban preparándose en la ciudad de Marinilla, estando éstas atrincheradas y resguardadas en el sitio que se denomina Alto del Cascajo, el cual lo atraviesa un riachuelo que lleva su mismo nombre, ubicado a poco menos de medio camino que de Marinilla conduce a Rionegro.
La batalla comenzó a las 11 de la mañana y duró alrededor de seis horas. Ambos pueblos, fervientes seguidores de cada uno de sus partidos, acudieron a la contienda en búsqueda del triunfo. Al comienzo, las fuerzas del gobierno comandadas por Bravo, tuvieron la ventaja y se creía que podrían ser las vencedoras. Sin embargo, muchas más fuerzas militares se fueron sumando a favor del partido Conservador comandadas por Joaquín Córdova, Rafael María Giraldo, Obdulio Duque, entre otros espartanos, que aguerridos a sus ideales inclinaron la balanza a su favor. Finalmente, deciden la batalla al impactarle una bala en el pecho al Presidente Pascual Bravo Echeverri, causándole la muerte y dándole la victoria a las fuerzas Conservadoras. Tras ocupar a Rionegro, postulan posteriormente como presidente del Estado Soberano de Antioquia al Doctor Pedro Justo Berrio, y así comenzar la hegemonía conservadora de comienzos del siglo XX.
En estos vientos de cambio que se avecinan en nuestra patria, cabe recordar estos sucesos, los cuales tuvieron desenlaces fatales, pero con el tiempo, lograron acrecentar aun más la unión de estos dos pueblos hermanos. Que las familias marinillas y rionegreras, unidas a las demás poblaciones del Oriente, sigan siendo polo de desarrollo económico y cultural de Antioquia.
Placas conmemorativas en el obelisco que se levanta en el lugar donde aconteció la Batalla del Cascajo.
Parte alta del Obelisco.
Parque de Marinilla en 1922, foto de Jorge Obando
Plaza de Rionegro en 1925, foto de autor anónimo.