La carne de cerdo y sus derivados es, quizá, una de las proteínas más consumidas en el mundo y una parte fundamental en la gastronomía de muchos países. Y es que sus diferentes presentaciones, con el pasar de los años, la ha hecho parte de una gran cantidad de preparaciones, sea como plato fuerte o acompañamiento, no obstante, su ingesta excesiva puede tener consecuencias negativas para la salud.
Sin embargo, ha sido recomendada varias veces por diferentes investigadores. Un ejemplo es un estudio publicado por la revista académica ‘Plos One’, en el cual se clasificó más convenientes en función de los objetivos nutricionales y su alcance. Este estudio, para sorpresa de muchos, arrojó que el chicharrón se encontraría por encima de hortalizas como las espinacas y la coliflor.
Los expertos que hicieron parte de esta investigación afirmaron que esta preparación, conocida por su crocancia y su alto contenido graso, es rica en ácido oleico, una grasa monoinsaturada que también se encuentra en el aceite de oliva, cártamo, canola y aguacate, entre otros alimentos, que ayuda a la obtención más efectiva de energía y a construir membranas celulares.
«Aunque el papel del ácido oleico en las respuestas inmunes aun es controvertido, la administración de dietas que contengan este componente pueden ayudar a mejorar la respuesta inmune asociada a una eliminación más exitosa de patógenos como bacterias y hongos, al interferir en muchos componentes de este sistema como macrófagos, linfocitos y neutrófilos», se afirma en la investigación, llamada “Una visión general de los efectos moduladores del ácido oleico en la salud y la enfermedad”.
Por otro lado, este ácido también puede tener un efecto beneficioso para la piel. De hecho, en la industria cosmética se utiliza para la formulación y elaboración de jabones, cremas, y productos para el cuidado de la epidermis.
