España está avanzando significativamente hacia la eliminación de la hepatitis C como problema de salud pública, con el objetivo de lograrlo para el año 2030. Desde la introducción de los tratamientos antivirales de acción directa en 2015, más de 167,000 pacientes han sido tratados con una efectividad del 95%. Este esfuerzo ha posicionado a España como uno de los países líderes en la erradicación de esta enfermedad, acercándose a los criterios establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El Ministerio de Sanidad ha destacado la mejora en la detección precoz de la hepatitis C en los últimos años, lo que ha sido crucial para el éxito del tratamiento. Además, se han implementado campañas de concienciación y programas de cribado para identificar y tratar a las personas infectadas lo antes posible.
Juan Turnes, experto de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), ha subrayado que España está a punto de cumplir los retos de eliminación de la hepatitis C marcados por la OMS, convirtiéndola en una enfermedad rara. Este logro no solo mejora la salud pública, sino que también reduce los costos asociados con el tratamiento a largo plazo de la hepatitis C.