“Soy una mamá muy comprometida, el rol que tengo con Guadalupe es mi prioridad, ella es un milagro de la Virgen de Guadalupe. Yo tuve un embarazo demasiado complicado, nuestra hija es prematura, nació a las 34.6 semanas y en plena pandemia. Fue un caos; para Nelson no fue algo fácil, enfrentarse el tema de la pandemia que para los gobernantes fue algo nuevo y súmele tener a su esposa hospitalizada en una clínica porque su bebé estaba a punto de nacer, reteniéndolo el más tiempo posible. Gracia a Dios a pesar de todas las dificultades Lupe no tuvo complicaciones médicas al nacer. Es una niña muy querida y de parte de mi familia es la primera nieta, es la sensación y pues gracias a todas estas vivencias nos ha cambiado el chip”.
De esta manera relata Lina María Vallejo su encuentro con la maternidad y afirma que gracias a las vivencias que tuvo junto a su esposo Nelson nació la idea de trabajar por el tema de hacer del parto una experiencia más humanizada, informada y respetada.
“Yo soy una mujer afortunada yo tengo todos los privilegios tuve todo el acompañamiento médico y psicológico que requiere una mujer al quedar en embarazo, pero no todas las mujeres tienen esas mismas posibilidades. ¿Cómo vamos a garantizar que nuestros niños estén bien, si no garantizamos que su familia esté bien, que a su mamá la traten bien en el parto?”.
Esta es la premisa que ha llevado a Lina María Vallejo Balbin, Gestora Social del municipio de La Ceja a recibir el reconocimiento departamental por su trabajo con el Programa Crecer con Amor.
Este programa nace como una estrategia pensada para la infancia y las familias de la localidad, con el fin de que en cada entorno familiar se vele por la protección, el acompañamiento integral y el amor como la mejor herramienta en la crianza.
La importancia de esta iniciativa radica en la posibilidad de generar espacios para un parto cálido y respetado, así como espacios educativos y de cuidado de la primera infancia.
Lina María es oriunda de La Ceja, creció con su mamá en un hogar amoroso junto a sus dos hermanos mayores. Nos cuenta que sus padres son separados y que su hermano mayor es especial. La devoción con la que habla de su familia profesa que es una mujer de valores bien cimentados y de carácter sensible.
“Mi mamá es mi adoración y mis hermanos también, mi familia lo es todo. Mi mamá es un ejemplo de tenacidad para mis hermanos y para mí, porque viene de una familia humilde y el tema de la costura fue una apuesta para sacarnos adelante; a todos nos dio colegio y universidad tuvimos la oportunidad de que nunca nos faltara nada”.
Dice ser muy del campo le encantaba estar con sus abuelitos en la finca y se confiesa amante de las mascotas, sobre todo de los perros y cuenta con un dejo de tristeza que su perro mayor Peluche murió hace poco de viejito.
Su formación académica inició con las Hermanas Salesianas de María Auxiliadora y posteriormente inicio sus estudios en la universidad de Antioquia. De ahí se retiró por temas de salud y terminó sus estudios en la Universidad Católica, es contadora pública. También estuvo estudiando en México una doble titulación en tributación internacional.
Con su esposo tiene 11 años de relación, aunque se casaron hace 3, fueron novios desde que ella estaba en el colegio. Vive los roles de esposa, madre, ama de casa y mujer trabajadora y comprometida con la gestión que lidera; sin duda alguna la representación perfecta de nuestra mujer activa, mujer positiva para esta edición.