Una investigación de la Dijín y la Fiscalía, con el apoyo de la Fuerza Aeroespacial Colombiana y la Oficina Antidrogas de Francia, logró desmantelar una organización criminal que se dedicaba a enviar cocaína a Europa y Australia por medio de empresas de mensajería internacional. La red estaba conformada por dos familias que operaban desde Bogotá, Cali, Santa Marta y Mosquera, y que compraban el estupefaciente en el Cauca y el Valle del Cauca.
Los narcotraficantes usaban sofisticados métodos para camuflar la droga en objetos cotidianos como telas, alfombras, camas para perros, filtros para aire y pinturas, que impregnaban con la sustancia. Luego, enviaban las encomiendas a países como Francia, España, Reino Unido, Países Bajos, Alemania y Australia, donde tenían contactos para distribuir la cocaína.
La operación policial se realizó en varias fases y permitió la captura y extradición de alias El químico, el cabecilla de la red, así como la detención de dos colombianos en España y ocho personas más en Colombia. Además, se incautaron varios cargamentos de cocaína tanto en el país como en el exterior, que evidenciaron la existencia de esta estructura transnacional.
Según el coronel Edwin Masleider Urrego, director de la Dijín, la red llevaba aproximadamente cinco años enviando cocaína al exterior de forma consecutiva y logró enviar alrededor de 200 kilos a diferentes destinos europeos. El incremento de las tarifas de los peajes en el 2024 fue uno de los factores que dificultó el transporte de la droga desde el sur del país hasta Bogotá.
La desarticulación de esta organización es un golpe importante al narcotráfico, que busca nuevas formas de evadir los controles de las autoridades y aprovechar el mercado ilícito de la cocaína en el mundo.
