La Clínica Somer, se convirtió en la primera Institución en el Oriente Antioqueño en recibir esa certificación por parte de la World Stroke Organization y la Sociedad Iberoamericana de Enfermedad Cerebrovascular. Esto, además, la posicionó como la segunda entidad con esta certificación en Antioquia y una de las siete a nivel nacional.
La decisión de obtener esta certificación es voluntaria y la Clínica Somer decidió trabajar para alcanzarla, con el propósito de estar en el nivel de los mejores hospitales del mundo en el tratamiento del ataque cerebrovascular. Para obtenerla, debió trabajar en guías de atención, procedimientos, adquisición de tecnología y consolidación de un equipo humano altamente especializado conformado por urgentólogos, neurólogos, neurorradiólogos intervencionistas, terapeutas, personal de enfermería especializado, entre otros, todos esenciales para asegurar un tratamiento y una recuperación exitosa.
“El ACV, que conocemos comúnmente como derrame cerebral, es una enfermedad tiempo dependiente, pues obstruye el paso de la sangre que llega al cerebro ya sea por un trombo o la ruptura de una arteria. Tenemos pocas horas para intervenir al paciente evitando su fallecimiento o secuelas graves” explicó el Dr. Carlos Díaz, neurorradiólogo intervencionista del Centro Cardiovascular Somer Incare.
Es importante mencionar que esta certificación, es fruto de un trabajo en equipo entre la Clínica Somer y el Centro Cardiovascular Somer Incare, ubicado dentro de la misma Institución. Este último cuenta con Salas de Hemodinamia y el servicio de Neurorradiología intervencionista, que permite una alternativa de tratamiento de los vasos sanguíneos cerebrales obstruidos.
Solo en el 2023, en la Clínica Somer fueron atendidos más de 300 pacientes por ataques cerebrovasculares, que pudieron recibir una alternativa de tratamiento que va desde la fase de diagnóstico hasta la rehabilitación, que también es ofrecida por la Clínica.
“Esta certificación es un logro no solo para el Oriente Antioqueño, sino para Latinoamérica, pues con seguridad ayudará a disminuir los indicadores de mortalidad por ataques cerebrovasculares” mencionó Fabio Andrés Cano, líder de Urgencias de esta Institución de alto nivel de complejidad.
Precisamente, el 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Ataque Cerebrovascular, y desde la Clínica hablaron de esta certificación como la mejor forma de recordar esta fecha, que tiene como finalidad generar conciencia sobre la enfermedad y sus síntomas.
El neurólogo Rafael Peñarete, explicó: “Es importante aprender a identificar los síntomas del ACV. El acrónimo CORRE nos puede ayudar a recordarlos. La C es cara torcida, la O es pérdida de la visión por uno o ambos ojos, la R significa rápida debilidad del brazo o una pierna, la segunda R es raro al hablar, es decir, la persona no puede pronunciar adecuadamente las palabras. Finalmente, la E, es pérdida del equilibrio y también indica emergencia”.
El llamado que realiza la Institución, es a informar a la comunidad que el Oriente Antioqueño ya cuenta con un centro de categoría mundial para la atención del ACV. Tener una Institución con este nivel cerca de los municipios, puede hacer la diferencia.