Generalmente, cuando vamos a un restaurante, vemos cómo al lado de nuestra bebida nos dejan un pitillo o, incluso, ya está dentro de lo que vamos a tomar. Luego de darle uso a este, no volvemos a saber de él. Lo cierto es que al ser un elemento de plástico, se demora millones de años en descomponerse.
Los pitillos al ser pequeños, se convierten en un destructor, especialmente, de la vida marina, pues muchos animales los confunden con comida y pueden causar hasta la muerte de estos.
Por eso, desde hace algunos años, varias personas se han comprometido a no utilizar más este elemento con el fin de controlar la contaminación y no generarle más daños a animales como peces y tortugas. Desde este compromiso, nació en Francia el Día Internacional sin Pitillo que se celebra hoy, 3 de febrero.
En el Oriente Antioqueño, específicamente, el caso del municipio de La Ceja, se firmó un acuerdo el pasado jueves 30 de enero, en el que se prohíbe el plástico de un solo uso y el icopor en la administración municipal con el fin de de contribuir al medio ambiente.