La Fundación Refugio de la Fe en Dios, Hogar de Jesús, tiene su sede en la vereda Santa Inés del municipio de El Peñol y fue creada con el perfil de una granja productiva para ayudar a personas con problemas de drogadicción o alcoholismo, o que se han rehabilitado pero no tienen a dónde llegar por la estigmatización en la parte familiar y social.
El Director Orlando Guisao Castañeda, afirma que desde que comenzaron hace casi cinco años, ya cumplieron la primera parte que es la agrupación, en la que el joven va por primera vez a una Fundación y aprecia cómo es la convivencia con los demás y si se queda la institución lo encamina en el proceso de la rehabilitación, que es muy largo, pues no se trata de coger a un joven enfermo e internarlo en una institución por un período determinado, sino orientarlo y en este caso emplearlo en una granja productiva, con unas bases muy cercanas a la vida real, que sean útiles a la sociedad, que no sea como el reagrupamiento o el reciclaje de jóvenes, sino seleccionar y tratar de rehabilitar verdaderamente a estos jóvenes para que salgan a prestar un servicio a la sociedad.
“La idea es que participen en unos procesos agropecuarios. En esta Fundación tenemos la agricultura, la porcicultura, las prácticas de ganadería donde aprenden a vacunar, a palpar, a ordeñar, que es lo básico, la piscicultura y la avicultura. Aparte tenemos artes y manualidades. Con los jóvenes que están en estos procesos, también tenemos la incursión a la sociedad, porque es el paso que tiene el joven, que sale de una desintoxicación y pasa a la sociedad. Los vinculamos a la sociedad con proyectos como son el Trueque Campesino, enseñándoles costumbres de antaño que aprovechaban los campesinos para abastecerse de diferentes productos, con lo cual se van vinculando a la sociedad de donde salieron cuando estaban enfermos”, dice Guisao Castañeda.
Otro programa de la Fundación con los jóvenes es el Rosario Veredal, que se hace en la capilla de la Fundación en la vereda Santa Inés, con gran aceptación por parte de los vecinos. Se realiza todos los sábados a las cuatro de la tarde y allí enseñan a las personas a compartir un café o un chocolate y ser solidarios, además de que se pueden ganar la imagen de la Virgen y los muchachos les construyen la gruta en la casa del ganador y se hace otro Rosario a la semana siguiente en esa vivienda.
Los directivos de la Fundación no buscan a los beneficiarios, sino que ellos van llegando por su propia cuenta, según dice el Director. “Nosotros no tenemos puerta en la Fundación porque consideramos que la persona que sale de una resocialización, no tiene por qué tener una puerta donde se sienta acorralada, para nosotros esa persona es libre y así permanecen allí y así van llegando”.
Para financiar sus actividades, la Fundación comenzó con un programa llamado “Apadrinamiento”, es decir, que una persona o empresa aportara para costear la permanencia de cada joven en la granja. Estos padrinos se han ido acabando y
buscando alternativas, se dieron cuenta de que la basura del rico es la riqueza del pobre, entonces están conformando una micro empresa de reciclaje, que esperan produzca lo necesario para costear los procesos con los jóvenes.
“Nosotros básicamente nos sostenemos con ropa de segunda que nos recogen en Medellín y con ella hacemos una especie de Mercado de las pulgas, para recoger dinero para comprar los artículos de mercado que no producimos o no conseguimos mediante el trueque”, manifestó Guisao Castañeda, quien es un hombre de mucha fe, sabe que Dios proveerá, que lo que no haga Dios no lo hace nadie, y por eso nunca se rechaza a una persona que quiera rehabilitarse y resocializarse.
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La Administración municipal y la Fundación Refugio de la Fe en Dios, promovieron la realización del Trueque Campesino que se realizó recientemente en El Peñol, con gran acogida entre los productores de las distintas veredas.
