Un token es “una unidad de valor que una organización crea para gobernar su modelo de negocio y dar más poder a sus usuarios para interactuar con sus productos, al tiempo que facilita la distribución y reparto de beneficios entre todos sus accionistas”. Así define William Mougayar, autor del libro ‘The business blockchain’, el nuevo término de la economía digital.
En el mundo digital, emitir moneda es una capacidad que parece ir más allá de los bancos centrales. ‘Bitcoin’ es el mejor ejemplo de cómo desde entornos privados se puede colocar en el mercado, apoyándose en la tecnología blockchain, una moneda virtual, si bien con muchas limitaciones por la falta de un marco jurídico que la regule. Pero ‘bitcoin’ es solo el principio de toda una revolución cuyo segundo paso bien podría ser los ‘tokens‘.
¿qué usos puede llegar a tener?
Dentro de una red privada un ‘token’ puede servir para otorgar un derecho, para pagar por un trabajo o por ceder unos datos, como incentivo, como puerta de entrada a unos servicios extra o a una mejor experiencia de usuario. Como resume Cristina Carrascosa, abogada experta en blockchain, “un ‘token’ servirá para aquello que la persona u organización que lo diseñe y desarrolle decida. Los ‘tokens’ admiten varias capas de valor en su interior, por lo que es quien lo diseña el que decide qué tiene dentro un ‘token’ concreto”.