Templo de la Divina Pastora en la Piedra El Marial

 

La roca de El Marial en el municipio de El Peñol, fue llamada por los primitivos “Piedra Gorda”, en el siglo XIX se le llamó “Dos cabezas” y desde principios del siglo XX “El Marial”, pues el presbítero José Dolores Giraldo tuvo una visión en un sueño bajo estas rocas, sueño en el que se le apareció allí la Virgen de la Divina Pastora, a quien él prometió construirle en este lugar la ciudad de Marialía en su honor.

Sobre el extraordinario efecto visual de la roca que parece estar suspendida desafiando la ley de la gravedad para formar un gran salón, esta levita: “Esta es una bella muestra de cómo Dios en su infinito poder se vale de sí mismo y no necesita apoyarse en nada que lo sostenga”

Desde entonces se venera allí la Divina Pastora y la fuentecilla de agua de su interior se utiliza para ungir enfermos. En los últimos años se ha renovado este culto mariano y se hacen importantes peregrinaciones y celebraciones religiosas.

El poeta peñolense Jairo Castro Hernández la describió así: “es un vergel lugar de larga historia que se cubre de un cielo sideral, donde moraron mis seres más queridos con los albores de la Piedra de El Marial”.

Texto tomado del libro Cátedra Municipal

El Templo

El Templo La Divina Pastora se visiona como nuevo epicentro del turismo religioso en el Oriente antioqueño, que además tiene a favor su ubicación, pues se encuentra situada en uno de los atractivos naturales más imponentes de El Peñol: La Piedra de El Marial.

Además representa para el municipio de El Peñol la esperanza y la fe de un pueblo que resurge de sí mismo, un sueño colectivo de los peñolenses, que ya se empieza a forjar gracias a las gestiones realizadas por el alcalde José Cirilo Henao Jaramillo, acompañado del presbítero Francisco Ocampo.

La edificación se encuentra a cargo del arquitecto Jhon Jairo Rivera y el Ingeniero Cristian Sepúlveda, quienes lo proyectan con techo en cristal, aeración natural y 12 altares de esculturas en homenaje a la Divina Pastora y sus milagros.

Así se trae progreso a una zona rural, a su comunidad y al municipio en general.