Desde muy temprana edad, Christian Camilo Morales Vanegas se vio rodeado de la música. Su padre, un musico de la cuidad de Bogotá reconocido por participar en sus años más jóvenes en diferentes agrupaciones, fue precisamente uno de sus mayores referentes para que desde sus tres años comenzara a tener una gran admiración por la música.
A la edad de cinco años tuvo la oportunidad de estudiar en el colegio Liceo Latinoamericano, donde recibía clases musicales; allí aprendió a tocar flauta, tambora y todo lo folclor de Colombia y de Ibagué, donde residía en ese entonces. Al terminar quinto de primaria los profesores de música y la rectora lo aconsejaron para que fuera a estudiar al Conservatorio del Tolima en donde estuvo cuatro años “muy provechosos”, según dice; allí aprendió bases de canto y a tocar clarinete, percusión menor, guitarra y piano.
Hace 16 años se trasladó para la ciudad de Medellín donde sigue recibiendo todo el apoyo y cariño para ser músico, pero esta vez de su esposa y su pequeña hija. “Me siento afortunado del apoyo que recibo de mi esposa, Keila Zapata Restrepo, ella confía cien por ciento en lo que yo hago, en mis metas y en mis proyectos; mi hija, Isabella Morales Zapata, de ocho años es encantada cada vez que tiene la oportunidad de verme trabajar con música, y ese apoyo es muy bonito” comenta Christian en la entrevista concedida para Colombia Más Positiva.
Este bogotano refleja en su manera de ser un especial carisma, producto también de su trayectoria musical con la que ha logrado entretener y proyectar su enorme talento, llegando con su interpretación a quienes lo escuchan.
Por último, el artista comparte un mensaje a las demás personas que se inician en la música: “es importante soñar y ponerse metas, nunca dejando de estudiar, ni creyendo que ya se está preparado musicalmente; más bien creer y saber que siempre hará falta evolucionar, para aprender mucho más”.