Una huella para siempre

Santiago Escobar es un joven de 27 años que desde hace varios años ha encontrado una pasión particular con los tatuajes. Hasta ahora, tiene cuatro tatuajes, una frase en el pecho, un deportista de voleibol en la pantorrilla y en la espalda, tiene dos, un triángulo y una huellita muy particular. Esta huellita representa a su mejor amigo, quien lo ha acompañado desde hace nueve años. Este mejor amigo se llama Austin.

Austin es perro raza Golden Retriever que le ha dado mucha felicidad a Santiago. “Para mí ha sido lo mejor que me ha pasado hasta ahora.; por eso, lo llevo conmigo”. La huella está ubicada debajo de la nuca, no es muy grande, pero su significado sentimental es enorme. Su silueta es uniforme tratando de darle similitud a la huella que logró tomarle Santiago un día que le pintó la patica para poder tomar la muestra. Y, en la parte de abajo, está el nombre “Austin” con una letra que combina a la perfección.

“Yo trato que los tatuajes tengan un significado o que, por lo menos, me representen”, cuenta Santiago, afirmando también que este tatuaje es el más importante porque es una forma de llevar a su mejor amigo por siempre, representarlo y hacerle un homenaje a cada momento que ha podido pasar con él.

“Yo doy gracias a la vida porque me dio el mejor perro del mundo, me ha dado los mejores momentos a su lado y es el tatuaje que más quiero”, así considera Santiago su tatuaje demostrando su amor por este amiguito de cuatro patas.