Tigrilla lanuda regresa a su libertad

Siete meses duró el proceso de readaptación de una tigrilla lanuda (Leopardus tigrinus) que el domingo fue liberada en su hábitat natural, gracias a una alianza entre Cornare y el Comando Aéreo de Combate No. 5 de la Fuerza Aérea Colombiana, mediante una misión especial. 

La emocionante liberación se produjo luego de un proceso de recuperación en el Hogar de Paso de Cornare en el que participó el equipo de Fauna Silvestre de la Corporación que hace parte del convenio con el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, quienes determinaron que estaba lista para regresar a su espacio natural en el área protegida Páramo de Vida Maitamá – Sonsón, un lugar al que solo es posible llegar en helicóptero. 

Hasta allí llegó el equipo de las dos Entidades para llevar a cabo la operación que le permitirá a la felina desarrollarse en un entorno apropiado para su vida y continuar sus aportes a la vida silvestre.

Fue una familia campesina de Argelia (Antioquia), a la que Cornare reiter, la encargada de dar aviso a la Corporación sobre el hallazgo del animal cerca de un potrero, luego de una fuerte tormenta que se había presentado la noche anterior. El equipo de Fauna Silvestre se desplazó hasta zona rural de este municipio y encontró que estaba vulnerable y que no era posible encontrar a la madre, por lo que tuvo que ser trasladada al Hogar de Paso para comenzar su proceso de readaptación.

Una vez se dio ingreso a la pequeña, el grupo de veterinarios realizó el diagnóstico médico y determinó que estaba en buenas condiciones, pero requería perfeccionar su comportamiento natural y completar su desarrollo, así que, posteriormente, los zootecnistas y biólogos establecieron su alimentación y la mejor manera de hacer que pudiera estar en un ambiente similar al suyo. El Equipo preparó, entonces, una jaula especial en la que la tigrilla no tuviera contacto humano y pudiera desarrollar todas las destrezas e instintos felinos, pensando en su posterior liberación.

En este espacio aprendió a comer por su propia cuenta, a cazar y a identificar las presas. Además, se le realizaban actividades de ahuyentamiento para que no se acostumbrara a la presencia de los humanos, ni asociara al Equipo con una fuente de alimento, y así pudiera también aprender a reaccionar en condiciones de su ambiente natural.

“La tigrilla tuvo una respuesta muy positiva al proceso de rehabilitación, aprendió a conseguir su alimento por sí sola, siempre encontraba refugio, era agresiva y asustadiza y nunca buscó cariño ni atención de parte del grupo, lo que favoreció su pronta recuperación”, explicó Camilo Muñoz, Médico Veterinario del Equipo de Fauna Silvestre de Cornare.

Así, a través de un proceso complejo de readaptación apoyado por este equipo interdisciplinario, que también incluyó técnicos, operarios y practicantes, la pequeña estuvo lista para ser liberada en el Páramo de Sonsón, el hábitat en el que se tiene registro de la presencia de esta especie, caracterizada por ser uno de los felinos más pequeños del territorio (1.5 a 2 kilogramos de peso vivo).

Luego de los siete meses que duró el proceso en el Hogar de Paso, la tigrilla lanuda estaba lista para reincorporarse a su hábitat natural, sin embargo, teniendo en cuenta las condiciones de la zona en la que debía ser liberada, fue necesario coordinar el proceso a través de una misión especial con la Fuerza Aérea Colombiana.

Todo un operativo fue dispuesto por la FAC y Cornare en el que se tuvieron en cuenta variables climáticas, de seguridad, de bioseguridad y operatividad en el terreno, entre otras.

“Antes de ello, fue necesario identificar en la cartografía el hábitat más apropiado para la liberación y se determinó que esta zona del Páramo tenía un bosque más continuo, estaba alejado de centros poblados o viviendas rurales, entre otras condiciones favorables”, manifestó David Echeverri López, Coordinador del Grupo Bosques y Biodiversidad de Cornare.

El domingo, integrantes del Equipo de Fauna Silvestre de Cornare y miembros de CACOM No. 5 se dieron cita para el traslado del animal en un helicóptero UH-60 Black Hawk. Una vez en el sitio, la tigrilla salió del guacal y se dirigió al bosque con habilidad y velocidad.

“Gracias a la ayuda del grupo de trabajo de la Fuerza Aérea Colombiana, a través del Comando Aéreo de Combate No. 5, logramos llevar a buen término y en poco tiempo, para generar mínimo estrés al animal, la liberación de la tigrilla en el Distrito Regional de Manejo Integrado Páramo de Vida Maitamá – Sonsón, en un punto de buena conectividad boscosa. Es una experiencia muy gratificante para el Equipo”, expresó Echeverri López.