«El arte sensibiliza las almas y desarma los corazones». Balance del Festival de Arte por la Paz de Colombia

Por: Manuel T. Bermúdez

Para ser líder se requiere sensibilidad, don de gentes, dar ejemplo, saber afrontar los momentos difíciles sin perder los papeles, pero sobre todo: ser buen ser humano. Estas cualidades las tiene César Augusto Rincón González, quien está al frente de los destinos de la organización “Arte sin fronteras por la Paz de Colombia”.

Sus compañeros de la entidad hacen las labores que entre todos planean, son sus cómplices, pero César, siempre está ahí animando, organizando, aplaudiendo logros o reconviniendo por los desaciertos para que cada vez sean mejores los frutos que alcancen.

Como cabeza visible del II Festival de Arte por la Paz de Colombia, aun con el cansancio a flor de piel por las labores realizadas, le pedí a César me concediera una entrevista para hacer el balance final y para que comentáramos pormenores de lo sucedido.

El Hostal Ullumbe, una inmensa galería en donde el arte se muestra en cada rincón del edificio, que atiende amablemente, Floralba Galíndez, y que fue hogar de paso durante estos días del Festival, nos sirvió para, con un café que espantara la fatiga, realizáramos esta charla que comparto para que se conozca más de la jornada cultural realizada en Pitalito, Huila.

¿Cuál es su balance de este Festival?

«El balance que tengo que hacer al II Festival Internacional de Arte sin fronteras por la Paz de Colombia es más que positivo ya que los objetivos trazados se pudieron cumplir sin contratiempos».

¿Por qué Pitalito fue escogido para este evento?

“Primero porque es una tierra muy querida, muy ligada a nuestros afectos;  porque aquí tengo muy buenos amigos como Milton Morales Grillo, y porque los organizadores de la Semana de la Paz, ‘La Paz es mi cuento’ nos invitaron a participar,  y claro, ‘Arte sin fronteras por la Paz’,  no dudó un segundo en atender esta convocatoria. Nosotros a la vez invitamos a nuestros amigos artistas y fue así como se logró una participación muy comprometida, muy acorde al momento que vive el país».

¿Hábleme un poco de los momentos vividos que fueron todos muy interesantes?

“Es cierto, son muchos los momentos de grata recordación, pero indudablemente los vividos con la participación de los niños en este Festival, tienen gran significado para todos los que en él estuvimos.

Y digo que fue una experiencia inolvidable porque, no solamente pudimos visibilizar las diferentes expresiones artísticas de los chicos, sino que pudimos darnos cuenta de esa gran voluntad de trabajo y del inmenso deseo que mostraron en que la Paz se fortalezca, que se convierta en un hecho real. Ese aspecto me conmovió enormemente”.

¿Cuántos artistas participaron finalmente en este II Festival y que considera usted, le dejaron a Pitalito?

“Creo que fue un evento muy especial ya que participaron aproximadamente unos 100 artistas de países como Brasil, Cuba, México, Venezuela, España, Inglaterra, Argentina, y Colombia, quienes hicieron llegar sus trabajos para ser expuestos en el Festival.

Presencialmente nos acompañaron 23 artistas de diferentes lugares de Colombia y del exterior. Gratificante ver a los artistas de México, Venezuela y Colombia, unidos en pro de la Paz de nuestro país mediante sus expresiones artísticas,  compartiendo inquietudes y espacios con la gente que quería conocerlos, saber de su pensamiento respecto al tema fundamental de la Paz”.

“En cuanto a qué deja el Festival a Pitalito, considero que quedan varias cosas: queda en las almas de los niños y de la gente de Pitalito, el fortalecimiento de ese anhelo de Paz que todos tenemos. Queda también un bello y significativo mural en el Centro Cultural Héctor Polanía Sánchez; mural que fue realizado el 24 de septiembre,  en tiempo record de una jornada. En él que participaron todos los artistas que vinieron. Su trabajo quedó allí en ese muro, su sensibilidad se trasmitió en el color, en cada pincelada que dieron hasta completar el compromiso. Hay que destacar que  fue dirigido por el gran muralista mejicano Ernesto Ríos Rocha quien vino desde Sinaloa a estar con nosotros”.

¿Cómo ha logrado Cesar y su entidad, tramitar los recursos para un Festival de esta magnitud?

“Este es un logro de todos los artistas. No solamente por su aporte como creadores, sino por su voluntad de participación y  desplazarse hasta la ciudad de Pitalito. Pero también recibimos apoyo de diseñadores, artistas que donaron obras para obtener recursos que cubriera lo del  hospedaje y alimentación de los participantes. Todo ha sido en plural, solidariamente pues los entes oficiales de la cultura, no aportaron nada. La alcaldía, por su parte,  nos dio el catalogo promocional del evento”.

¿Cómo se logró la participación de tantos niños de la ciudad y del exterior?

“Ha sido magnifica la participación de los chicos y jóvenes. Se logró que participaran cerca de 450 niños, gracias a al trabajo de una artista de la localidad, Vilma Chavarro Rojas, quien coordinó la participación de los chicos tanto del área rural como la urbana. Con las obras presentadas por los niños, se realizó un gran mural que despertó muchos elogios de los visitantes. Así mismo, Mauricio Mayorga, realizó una instalación en la que la participación activa de los niños fue muy productiva en torno a la Paz y al respeto por la naturaleza”.

Otro de los logros importantes en este Festival,  fue la visita del muralista mejicano, Ernesto Ríos Rocha,  quien compartió saberes y ofreció dos talleres a los artistas participantes.

“El maestro Ríos Rocha, atendió la invitación y vino de Méjico con recursos propios, sobre todo,  por la sincera  amistad que nos une desde hace mucho tiempo y por eso, aprovechando su estadía con nosotros,  le pedimos que nos capacitara a los artistas que estuviéramos presentes en el evento. Fueron dos importantes temas que nos compartió: el muralismo, el retrato y manejo de la paleta. Eran temas que yo tenía la certeza son de gran interés para cualquier artista y que mejor que recibirlos de un creador con tanta trayectoria».

¿César, que le deja a usted en lo personal este II Festival de Arte por la Paz de Colombia?

“Me deja muchas satisfacciones, pero como todo evento, uno lo programa, lo proyecta de una manera, pero definitivamente el duende del los imprevistos no falta. Además por ser un proyecto de tanta envergadura depende de muchas personas y en algún momento algo en la cadena de responsabilidades falla y no se dan las cosas como uno las había planeado, pero lo mágico es que siempre aparece la solución: por ejemplo, nos prometieron transporte para algunos artistas de acá del país y luego, sobre el tiempo,  nos dijeron que no. Otra entidad privada nos ofreció algunos recursos para los artistas y no se dio el hecho. Pero como le decía al final logramos traer a los artistas y realizar el evento con éxito”.

¿Cómo imagina este festival a futuro?

“Nos lo soñamos, ya que este es un equipo grande uniendo artistas de muchos países.  Queremos que crezca a nivel internacional pero siempre teniendo en cuenta a los niños: reforzar los valores mejores del ser humano en ellos, motivarlos en las diferentes expresiones artísticas, pues pensamos que el arte es una forma hermosa de visibilizar y exorcizar muchas de las problemáticas que tenemos en el País. Son problemas comunes, no solo a Colombia, sino a los países en los que tenemos presencia con nuestros amigos artistas. En América Latina, el común denominador es la pobreza, el olvido estatal, la falta de educación, la corrupción, la contaminación, la falta de solidaridad etc. elementos que desestabilizan la paz de cualquier sociedad”

“Son muchos los factores a combatir y nosotros pensamos que si hacemos un buen equipo y visibilizamos estos problemas podemos ayudar mucho a que la mentalidad de los dirigentes, los poderosos, los adultos y los niños,  que a futuro van a tener el poder a su disposición, puedan generar los cambios que el mundo requiere”

¿Cómo apreció la receptividad del público frente a esta propuesta que se ha traído a Pitalito por la Paz de Colombia?

“Afortunadamente la gente ha sido muy receptiva. Siempre que se involucran los niños a que refuercen estos principios nobles, la afinidad es excelente. Lo que a veces nos falta es el apoyo en lo económico, pero nuestro grupo de Arte sin fronteras, ha logrado gran camaradería con artistas no solo de Colombia sino de otros países y se ha fortalecido tanto que los creadores participan con obras, con ideas, con proyectos”.

“Ha sido muy enriquecedor que en esta oportunidad se hayan hecho presentes varias fundaciones que trabajan con niños. El caso de María Claudia Termes, con su fundación “Los niños de la Mar” en Coveñas, Sucre y que trabaja con niños en situación de vulnerabilidad. Trajo un trabajo muy interesante referente a la conservación de la naturaleza y al río Magdalena.  De Pereira el Liceo Taller San Miguel, también los niños enviaron su aporte; otras instituciones y entidades también se sumaron a esta propuesta y por ello estamos muy contentos y agradecidos”.

César: los participantes hablaron de Paz, pero también se pronunciaron en contra de la guerra del daño que ha causado al ambiente y también se extendió este mensaje a los universitarios. Cuénteme de esta experiencia.

“Hemos pensado y estamos convencidos, ya que todos los del equipo de Arte sin fronteras, todos estamos vinculados al tema de la Paz desde diferentes posiciones.

Por ejemplo, Mauricio Mayorga, es un ingeniero industrial, pero también ambientalista y tiene un importante trabajo sobre las basuras, la contaminación de los mares y los ríos. La preocupación de nosotros por el medio ambiente es una constante y utilizamos, en nuestro caso, las artes para visibilizar los problemas e involucrar a los niños y concientizar a los adultos sobre la importancia de conservar los recursos naturales para las futuras generaciones”.

“En el caso de nuestro amigo Leonid Baldovino, quien vino desde, Sincelejo, Sucre, el ha estado trabajando durante muchos años con niños en situación de discapacidad, entre ellos con niños invidentes y ha logrado un método para enseñarle a pintar a esos niños invidentes por medio de los aromas incorporados en las pinturas. El proyecto es muy particular, se llama “A que huele el arte de María”.

También tenemos la labor desarrollada de Pilar Gómez de Bucaramanga que trabaja mancomunadamente y sin ánimo de lucro con entidades como el ejército Nacional, niños del Bienestar Familiar, jóvenes en rehabilitación de consumo de drogas, bulimia, anorexia; jóvenes de IES, personas del ARN Reintegración y Normalización de las FARC y todo aquel que ha querido sumarse a su proyecto proyecto. Además la artista cuenta con cerca de 2.000 lienzos pintados de 20 x 20cm. Es un un proyecto social y de inclusión y resiliencia.

A través de entidades como la corporación talento Humano de Neiva, La fundación Lukana a través de Guillermo Martin Moreno quienes me apoyan con su trabajo y kit de dibujos, refrigerios y otros elementos para en correrías en barrios de zonas vulnerable para impartir talleres a niños y jóvenes, en un acto de rescatarlos de las garras de las drogas, la prostitución y otras actividades delictuosas.

Desde esos espacios estamos construyendo una nueva mentalidad en los niños y en la sociedad, lo mismo que desde la poesía, la fotografía, el periodismo con conciencia social, pues nos parece importante vincular no solo a los artistas plásticos sino a escritores, poetas, literatos; todas las personas que por medio de sus diferentes expresiones buscan la Paz”.

Así mismo por alianzas estratégicas con la Universidad Sur colombiana, hicimos un conversatorio en el que participaron 5 de los artistas de Artes sin fronteras, para llevarles a los estudiantes universitarios estos temas de reflexión sobre la Paz”.

¿Ha pensado hacer itinerante el evento para crear muchas más solidaridades? 

“Estamos pensando en llevar esta propuesta a diferentes ciudades de Colombia y a algunos países como Brasil, Argentina y México con quienes ya hemos adelantado  conversaciones que van por buen camino, teniendo en cuenta que uno de las limitantes es el recurso económico pero ya se revolverá en su momento”.

“De hecho aun no hemos llegado físicamente, pero en Neuquén, Argentina, está trabajando la artista, Andrea Beatriz García, con niños en situación de vulnerabilidad. En Buenos Aires, el fotógrafo, Oscar Salvador Berna, también adelanta un trabajo importante con niños y ya se han hecho algunos eventos con el sello Arte sin fronteras por la Paz”.

“Queremos crecer pero alimentándonos de diversas expresiones por eso estamos abiertos a recibir ideas, propuestas de los artistas y de la sociedad. Estamos creciendo de manera importante y eso es muy valioso para nosotros.”

¿Qué quisiera destacar de estos días que fueron de mucho ajetreo pero también de grandes satisfacciones?

Lo primero es el trabajo de los niños y su masiva participación en este II Festival de Arte sin fronteras por la Paz: niños de Pitalito, Pereira, Villa de Leyva, Neiva, la Costa, Coveñas, Sucre, y del exterior. Ese hecho es fundamental pues estamos creando conciencia en torno a la Paz, a la contaminación ambiental, al cuidado del planeta, a la inclusión, eso es importante para nosotros como organizadores y creadores con conciencia social”.

“Segundo, el mural en el Centro Cultural, que queda como recuerdo emblemático del paso de los artistas por esta bella ciudad y que refleja su solidaridad y apoyo a esta propuesta de Paz por Colombia. Así mismo los talleres que se realizaron en torno al quehacer artístico impartidos por el maestro Ernesto Ríos Rocha, y agradecer el apoyo de la Alcaldía y la secretaria de educación al evento”.

“Y como remate hay que agradecer el Manifiesto por la Paz, que surge como iniciativa de Manuel Tiberio Bermúdez, poeta y escritor en el que se unifican nuestras voces como artistas para convocar al país a no dejar de insistir en lograr la Paz y erradicar de una vez y para siempre el problema de la violencia que vivimos y alejar a los niños definitivamente de la guerra, pues vemos con mucha preocupación como está surgiendo nuevamente el tema de la beligerancia. Queremos que la sociedad en general, pase de las palabras a hechos concretos y nos comprometamos en hacer nuestro aporte a favor de la Paz”.

La labor altruista de Rincón González que le han significado varias menciones, por eso destaca el doble reconocimiento que se le entregara durante la apertura del festival. La primera por parte de Ernesto Ríos a nombre del Instituto Sinaloense de Cultura -ISIC-, y el Consejo Nacional para la cultura y las artes de Méjico para rendir homenaje a la labor artística-cultural, y la segunda la Mención de Honor a nombre de la alcaldía de ciudad Laboyos y la Secretaria de Educación entregada por Antonio Rico Rincón burgomaestre de Pitalito destacando el liderazgo, el trabajo social realizado con la población infantil y enfocado en la educación y la paz.

¿Qué significado representan para Ud. estos logros?

Recibo los pergaminos motivado, no lo esperaba, menos en esta ocasión. Dejo constancia que esta labor se realiza gracias al esfuerzo de muchas personas que trabajan de manera visible e invisible. Solo sería imposible, es un logro que recibo a nombre de todo el equipo y las personas que nos apoyan de diversas maneras. Además, significa que nuestro trabajo de arte sin fronteras por la Paz, lo estamos haciendo bien, pero debemos mejorar, crecer e inspirar a otros para que se motiven por la acción de ayudar a los necesitados, de ser solidarios, ser tolerantes, dejar a un lado el egoísmo.

Finalmente, César, ¿La frase que es guía para no desfallecer en estas actividades a veces tan poco reconocidas?

“El arte sensibiliza las almas y desarma los corazones”