En muchas ocasiones debemos luchar y trabajar por cumplir nuestros sueños, por llegar a ese punto de tranquilidad y plenitud en momentos de nuestra existencia, para disfrutar así de nuestras familias, hijos, hermanos y pareja. El señor Leonardo Grisales, quien ha vivido toda su vida en el municipio de La Ceja, ha conseguido con los años tener una próspera y organizada tienda en el barrio de La Cruz.
Tras 14 años trabajando como mesero en una heladería, logró, con todo el esfuerzo posible, recolectar el dinero necesario para empezar su negocio familiar, de la mano de su esposa y su hija surgió Villa Aleja — este nombre en honor a su hija Alejandra —, y con ellos el trabajo y la chispa por seguir avanzando en el barrio con su pequeña tienda.
Hoy don Leo tiene una espaciosa tienda, la cual se encuentra en el primer piso de su vivienda, es amigable con quien entra al establecimiento y le brinda la ayuda si es necesaria. Su familia, ya dos hijos y su esposa, le ayuda al funcionamiento de la tienda y es así como se reafirma la importancia de la unión familiar. “Mi motivación son mis hijos, poder conseguir la comida del día a día y sacarlos adelante”, menciona don Leo, detrás de la caja registradora donde siempre se le ve desde hace 18 años que inauguró la tienda del barrio.