Muchas mujeres amamantan menos tiempo del que hubieran deseado. Algunas
incluso, pese a desearlo, no llegan a hacerlo. Esta cuestión, aunque parezca
reciente, no es nueva. Como recoge el pediatra José María Paricio en El libro de la
lactancia, aun siendo un fenómeno biológico fundamental para la supervivencia, la
lactancia materna “se encuentra enormemente mediatizada por la cultura desde
tiempo inmemorial”. Lo que sí han evolucionado son los condicionantes implicados
en el deseo, el establecimiento y el cese de la lactancia materna. Hoy disponemos
de algunas cifras que nos permiten analizar en qué estado se encuentra y cuáles
son las trabas a las que las mujeres se enfrentan cuando desean amamantar.
A nivel global, los datos más recientes muestran que un 41% de las madres con
hijos de 0 a 6 meses, ha amamantado en exclusiva. En el caso concreto de
España, según datos del INE, la tasa de lactancia materna exclusiva a los 6
meses es del 28,53% y la tasa de lactancia mixta es del 18,42%. Es decir, que la
tasa de mujeres que llegan a amamantar a los 6 meses (solo pecho o pecho y
biberón) es del 46,95%.
Los porcentajes los aporta Maite Hernández, coordinadora de la Unidad de
Lactancia del Hospital Universitario Dr. Peset, quien considera que, teniendo en
cuenta que la meta de la Organización Mundial de la Salud para 2025, es lograr el
70% de lactancia materna exclusiva a los 6 meses, estas cifras son muy bajas y
denotan el poco apoyo social actual a la crianza y a la lactancia.
Dice José María Paricio que si el único requisito para la lactancia fuera el instinto,
no habría ningún problema, pues los instintos vienen grabados en los genes y se
realizan de modo monótono y eficaz. Aunque se estima que un elevado porcentaje
de mujeres desean dar el pecho, muchas se encuentran con algún tipo de
dificultad en su lactancia, ya sea al inicio o más adelante. Maite Hernández señala
que los abandonos precoces, en las primeras semanas de lactancia, se producen
principalmente por dificultades de lactancia para las que las mujeres y las familias
no encuentran el apoyo adecuado: dolor durante el amamantamiento, poca
ganancia de peso del bebé, sensación de falta de leche y llanto.