Sombras, curvas, matices, mirada penetrante, contornos, opacidad, el hombre vitruvio y el ornitóptero y el autorretrato de Leonardo da Vinci, son los elementos que componen el tatuaje que lleva Mateo Flórez en su hombro derecho. El dibujo consta de tres obras principales, sin embargo, para Mateo el significado va en conjunto: su gusto por el arte, la arquitectura y la botánica han sido la razón principal para grabarlo en su cuerpo.
“Decidí hacerme el autorretrato de Leonardo anciano. Puesto que considero que era el momento donde se hallaba en la cúspide de la razón. Después de lo vivido, de los aprendizajes, es decir, en la locura del conocimiento” señala Mateo, hombre atractivo y de sonrisa amable. Con papel en mano y un lápiz, da Vinci se sentaba a observar las aves e insectos, mientras se preguntaba el por qué lograban volar y así iba dibujando sus ideas para llegar a la creación del ornitóptero, más conocido como una máquina voladora. Mateo, joven santuariano, explica que se realiza el boceto de la máquina voladora, ya que le parece increíble el cómo el hombre no se adapta y quiere realizar algo que no es posible.
El hombre de Vitruvio se encuentra en el inicio de su hombro, en medio de sombras, líneas y encima de da Vinci, las proporciones del cuerpo humano siempre han sido del interés de Mateo, junto al arte. Entonces, el hombre vitruvio es el gran referente del querer plasmar las partes del cuerpo por medio de la creatividad. El 15 de enero del 2020, Mateo se realiza estos tatuajes en manos de Federico Vasquez. En su hombro hasta el incio del codo se plasma da Vinci en un estilo surrealista con una técnica en sombras con agujas de arrastre.