La Paella tiene su día clásico

La primera receta de paella valenciana documentada data de 1857, en el recetario
titulado Sartén a la valenciana escrito por M. Garciarena y Mariano Muñoz. Sin
embargo, según estudios históricos, se podría trazar los inicios de este icónico
plato hasta Alejandro Magno, quien fue el encargado de llevar el arroz a Europa
en el año 330 a.c.

La preparación de este plato consta de una base de arroz bien sofrito y
condimentado, preparado en un sartén de gran superficie (la paellera), sus
acompañamientos pueden variar dependiendo de la zona.

Para la Comunidad Valenciana, zona de origen de este plato, la paella es una
tradición que une a las personas y a la historia gastronómica del territorio. La
primera receta documentada tenía por ingredientes: agua, aceite, sal, pollo,
tomate, azafrán, judí, habichuelas, arroz, lomo de cerdo, salchichas, ajo, pimentón,
perejil, arvejas, anguila e incluso caracoles como opción.

Por esto, la paella fue nombrada Bien de Interés Cultural Inmaterial por la Unesco,
un reconocimiento que demuestra que la paella no solo es comida, sino también
un plato de tradición, identidad, conocimientos y formas culturales únicas. El
objetivo que persigue la Comunidad Valenciana es lograr que la paella sea un
Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, es decir que sea reconocida como un
plato insignia de las manifestaciones más representativas y valiosas de una
cultura.

Con este objetivo en mente, el 20 de septiembre del 2018, se creó la iniciativa del
Día Mundial de la Paella. “Es un día para celebrar que la paella es mucho más que
una receta. Es herencia, cultura y tradición”, fue la invitación original de la
Comunidad Valenciana al crear este día. Hoy en día, la paella es un plato
conocido a nivel mundial y su receta cambia dependiendo del chef y de los
ingredientes que se tengan disponibles.