Conoce los beneficios de la Lactancia Materna “Prolongada”

Según la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia ENSIN, los recién nacidos del departamento de Antioquia reciben lactancia materna exclusiva solo durante 18 días, y en la Nación la práctica solo se extiende a las primeras 7 semanas, estadísticas que se sitúan muy lejos de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de sostenerla durante los seis primeros meses.

La lactancia total, que es el período durante el cual se suministra leche materna junto a la alimentación complementaria, en Antioquia se practica en promedio solo durante el primer año y en el país aproximadamente durante los primeros quince meses. Aunque en otras culturas es algo habitual y cotidiano, la lactancia materna por encima del año es relativamente poco frecuente en los países occidentales.

Es por esta razón que las madres que deciden seguir amamantando a sus niños más allá del año encuentran muy a menudo rechazo en la sociedad, entre los profesionales sanitarios desactualizados e incluso dentro de su propia familia.

Cabe destacar que el término “lactancia materna prolongada”, aunque muy extendido es en esencia incorrecto. El empleo de este término puede hacer pensar que la lactancia en niños mayores de un año se considera como algo que está “más allá de las recomendaciones”, cuando en realidad es un objetivo en salud materno-infantil. La OMS recomienda la lactancia materna mínimo hasta los dos años.

Es de suma importancia informar que la leche materna no pierde sus propiedades con el paso del tiempo. A partir del primer año de lactancia, la cantidad de grasa en la leche aumenta con respecto a los primeros meses, resultando un alimento completo y nutritivo para un lactante mayor y de mayor calidad que la leche de fórmula o de vaca.

Según datos del Comité de Nutrición y Lactancia Materna de La Asociación Española de Pediatría, se ha visto que un bebé mayor de un año que toma pecho obtiene aproximadamente 1/3 de sus necesidades calóricas y proteicas diarias a través de la leche materna (a veces más, sobre todo durante períodos de enfermedad), además de una cantidad muy importante de vitaminas y minerales.

Los niños mayores que continúan tomando pecho siguen disfrutando de los beneficios inmunológicos de la leche materna. Se ha constatado que estos niños sufren una menor incidencia de infecciones para su edad en comparación con sus coetáneos que no son amamantados. De igual manera ocurre con la aparición de ciertos tipos de cáncer (como la leucemia infantil, de enfermedades metabólicas y autoinmunes (como la diabetes tipo 1).

Se ha observado un mayor desarrollo intelectual a mayor tiempo y exclusividad de lactancia materna. La duración de esta también está implicada en un mejor desarrollo emocional y psicosocial del niño.

Además de lo anteriormente expuesto, se han descrito numerosas ventajas para la madre que amamanta. A más tiempo total de lactancia, menor riesgo de diabetes tipo 2, cáncer de mama, cáncer de ovario, hipertensión e infarto de miocardio.

El mayor problema de la lactancia materna más allá del año es el rechazo social y profesional por prejuicios o desconocimiento de la evidencia científica actual. Es importante que cada familia tome decisiones informadas. Si es su deseo continuar con la lactancia, el deber de los profesionales es apoyarles en su decisión para beneficio de los pequeños y darles herramientas para superar las dificultades que se puedan presentar.