El Tribunal Electoral de Panamá anunció la victoria del derechista José Raúl Mulino, de 64 años, quien había sustituido al exmandatario Martinelli, condenado en febrero por lavado de activos, con un nivel de apoyo similar a lo anticipado por las encuestas.
Con el 98% de las mesas escrutadas, el candidato del partido Realizando Metas alcanzó el 34,3% de los votos, frente al 24,7% de Ricardo Lombana, el candidato antisistema que superó las expectativas, y el 16% del también expresidente Martín Torrijos. El oficialista José Gabriel Carrizo, quedó relegado a un paupérrimo sexto lugar con el 5,8%, arrastrado por la poca popularidad del Presidente Laurentino Cortizo.
“Aquí hemos llegado con el voto mayoritario del pueblo panameño, duélale a quien le duela”, afirmó Mulino en su discurso de victoria, que tuvo palabras amables con su “amigo” Martinelli. Anunció un Gobierno de unidad favorable a la inversión y la empresa privada, pero sin olvidar a la población más vulnerable. “Los que tienen hambre y necesitan agua potable en todo el país”, que consideró fueron sus mayores votantes.
La campaña de Mulino transcurrió bajo la sombra de Martinelli, un líder populista que anhelaba regresar a la Presidencia, pero fue condenado a más de 10 años de prisión y quien ahora está asilado en la Embajada de Nicaragua en Ciudad de Panamá para evadir la orden de captura en su contra. En un corto video que divulgaron los asesores de la campaña, se les ve abrazarse efusivamente en la sede diplomática. En la gorra del exmandatario se lee el mismo lema de la camisa del candidato: “El loco con Mulino”, en referencia al apodo por el que todos conocen a Martinelli.
En un país que viene de afrontar una fuerte sequía, con protestas masivas en un contexto de desaceleración económica, el próximo Presidente tendrá que abordar una acumulación de problemas fiscales, medioambientales, migratorios y de lucha contra la corrupción, según opinan los expertos.
