El Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO), sonda enviada por la NASA a la luna para la exploración del satélite, ha encontrado un doble cráter en la cara oculta que ha sorprendido a los científicos. Hasta el momento, todo apunta a que fue producido por el impacto de un cohete el pasado marzo. El misterio de este orificio mantiene en vilo a los astrónomos americanos, que aseguraron que «ningún otro impacto de cuerpo de cohete en la Luna ha generado una oquedad de las características de la hallada”.
Al lado de los restos del cohete también encontrados, la sonda ha percibido un orificio de 18 metros de diámetro, algo en principio normal en un choque como el que se produjo en el pasado marzo. Sin embargo, el aparato de reconocimiento también ha detectado que este está superpuesto a un orificio de 16 metros de diámetro, algo que podría dar pistas del cohete que impactó, aún no identificado.
Tal y como se señala en el blog de la NASA, los restos que dejó el cohete en la superficie lunar indicarían que la nave poseía dos grandes masas de peso en sus extremos, algo poco habitual en cohetes gastados, pues normalmente en su llegada poseen una zona de mayor masa, en la zona del motor, y en el otro extremo el tanque de combustible ya vacío.
Desde la NASA aún estudian el caso, que en un primer momento apuntó a la empresa de Elon Musk, SpaceX, posibilidad que fue descartada al comprobar que la órbita no coincidía con el cohete Falcon 9 que la compañía del magnate lanzó para poner en órbita el satélite Deep Space Climate Observatory.