Un meteorito que se estrelló el año pasado en la ciudad de Winchcombe, en Reino
Unido, contenía agua que coincidía casi a la perfección con la de la Tierra. Esto
refuerza la idea de que las rocas del espacio trajeron componentes químicos
clave, incluida el agua, al planeta al principio de su historia, hace miles de millones
de años.
El meteorito es considerado como el más importante recuperado en el Reino
Unido. Los científicos que publicaron el primer análisis detallado dicen que ha
arrojado ideas fascinantes.
Más de 500g de restos ennegrecidos se recogieron de los jardines y de los
campos locales donde cayó, después de que una bola de fuego gigante iluminara
el cielo nocturno.
Los restos desmenuzados se catalogaron cuidadosamente en el Museo de
Historia Natural (NHM) de Londres y luego se prestaron a equipos de toda
Europa para investigar.
El agua representaba hasta el 11% del peso del meteorito, y contenía una
proporción muy similar de átomos de hidrógeno al agua en la Tierra. Algunos
científicos dicen que la Tierra, en su etapa más joven, estaba tan caliente que
habría expulsado gran parte de su contenido volátil, incluida el agua.
Que la Tierra tenga tanta agua hoy en día (el 70% de su superficie está cubierta
por océanos) sugiere que debe haber habido una adición posterior. Algunos dicen
que esto podría provenir de un bombardeo de cometas helados, pero su química
no cuadra.